
Su forma es semejante a una piña, es decir, con forma de cono y eso nos lleva a pensar en las representaciones de todas las culturas a esta figura como una de los máximos exponentes de la evolución a nivel espiritual. No se ha demostrado nada cientificamente pero es de suponer que esta glandula se puede desarrollar para que termine aportandonos ciertas habilidades quizá perdidas, con las que fuimos dotados en nuestra creación: clarividencia.
Notemos que esta imágen (de la piña) se usa en todas las religiones, desde la egipcia, mesopotámica, cristiana, católica, indú, etc...
Hay ciertos metodos por los que se puede activar y obtener los beneficios de su corercto funcionamiento. Los mas usuales son mediante la meditación y dependiendo de nuestra capacidad de concentración obtendremos mejores y mas rápidos resultados.
SOMOS LO QUE PENSAMOS.
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